¡Prisa! Solamente 5 ¡Quedaban en almacenaje!
Todas las mañanas, de camino a la escuela, Philip, Flo y Carolina pasan por una pequeña tienda de dulces en Dead End No. 23. Allí le compran golosinas a Leo (el supuesto dueño) para disfrutar durante los descansos entre clases. El comisario de la policía criminal, Lars, también va todas las mañanas a dicha tienda de dulces. También es muy goloso y le gustan más los dulces con regaliz. Sin embargo, los une no sólo el amor por los dulces, sino también la pasión por investigar los crímenes más complicados. El equipo de detectives "Licorice", como se llaman a sí mismos, incluso tiene su propia oficina donde se reúnen: un palomar bajo el techo de la tienda de dulces Leo.